éramos rubor bajo un cielo mutuo
tus ojos miraban a un tiempo ya consumido
y sembraba en la noche otras caricias y otros cielos
por ponernos a imaginar
el vino nos colaba en otras vidas futuras
que no serán las nuestras
tus ojos también se posaban
sobre islas improbables
y nadando en esas aguas me explicaban
como nada ni nadie
ha sabido hacerlo nuncahasta aquí hemos llegado
hasta aquí
de puntillas
puedo acercarmehan pasado las noche los cielos y las islas
y hemos llegado a esta ternura del hoy
del hasta aquí
de un hasta mucho
la noche es fría y contemplativa
pero sigue sembrando
como las sábanas tendidas al sol
deseos de alzar el vuelo caricias al viento
siempre bajo un distinto cielo
2 comentarios:
Muy potente, compañero, muy potente;
No tengo sombreros suficientes...
reverencia... (a sus pies) sin sombrero, of course...
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