
el olvido
o su contrario –la memoria–
es ajeno a la voluntad
uno araña hasta la fidelidad
pero ya no hay
uno se cansa de perder más trenes
que en una canción de sabina
y cuando la mirada
es el reflejo del lenguaje
sólo quedan piedras mojadas
el olvido
o su contrario –la memoria–
es ajeno a la voluntad